Impossible is nothing

Publicado: 12 May, 2011 en Temporada 2010/11
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Esta vez no fue de rojo, sino de púrpura y oro. Y, como los toreros, tras una faena apoteósica, hubo puerta grande.

Esta vez no fue de rojo, sino de púrpura y oro. Y, como los toreros, tras una faena apoteósica, hubo puerta grande.

Nunca antes una derrota había tenido un sabor tan dulce. El Rookies Talleres Moreno ganó por 47-45 pero fue insuficiente para darle la vuelta a la eliminatoria, y el CB Sonseca hizo valer la renta de +6 conseguida en casa para certificar el pase a semifinales. Liderados por Ángel (12 puntos, 7 rebotes, 4 tapones), el equipo siguió al pie de la letra la estrategia marcada, y dibujó un partido a su medida, impidiendo que los locales adquirieran ventajas insalvables y controlando el ritmo de juego en los momentos decisivos.

El equipo de Alcázar de San Juan saltó al Pabellón Antonio Díaz Miguel exhibiendo las virtudes que le han llevado a convertirse en la mejor plantilla del Grupo C durante la fase regular. Apoyados en una defensa zonal impenetrable, los hombres de Francisco Úbeda buscaron el aro con determinación, sabedores de su potencial reboteador, y dejaban un 14-10 en el luminoso al término de los diez primeros minutos. En el segundo cuarto se mantuvo la misma tónica, y los Rookies manejaron diferencias que llegaron hasta los 7 puntos, en lo que fueron sus mejores minutos. En tales guarismos, los sonsecanos estaban fuera de la eliminatoria; por mentalidad, sensaciones y espíritu combativo, estaban dentro, y ellos lo sabían. Había que resistir, sí o sí.

El equipo supo administrar la presión y aumentó la intensidad defensiva en un tercer cuarto extenuante. Los jugadores se confabularon para embudar el resultado, y fue entonces cuando emergió la figura del pívot ajofrinero para erigirse en dueño y señor del partido. Su poder intimidatorio cambió radicalmente los principios de ataque rivales, y se convirtió en el referente ofensivo de los suyos anotando desde todas las posiciones. Sonseca se apuntaba así el tercer parcial, y comenzaba a vislumbrar la posibilidad real de luchar por el ascenso.

Los últimos diez minutos fueron un manojo de nervios, no aptos para cardíacos. Los alcazareños querían y no podían (tan solo 6 puntos anotados); los sonsecanos podían y parecían no querer (2 de 10 en tiros libres en los últimos 50 segundos). La necesidad de salvar la desventaja de la ida pasó factura, y el partido se convirtió más en una guerra psicológica contra las propias ansiedades de unos y otros que en un partido de baloncesto. El pírrico tanteo parcial del último cuarto así lo dice: 6-8. Seguramente, los jugadores ciudadrealeños recordaron en más de una ocasión los 17 puntos de ventaja desperdiciados en Sonseca; posiblemente allí estuvo el pase a semifinales, y no en Alcázar.

Desde aquí queremos felicitar a los Rookies, un espejo en el cual mirarnos por su buen juego, su mentalidad y su pasión por el basket. Los cuartos de final han sido todo un espectáculo de emociones y fair-play, en el que ha reinado el respeto y la deportividad entre ambos clubes.

Este domingo, a las 12.30 horas, el CB Sonseca recibe en casa al CB Cobisa en un duelo que se antoja de altos vuelos. Los locales llegan al primero de los choques de semis cargados de moral, con las bajas de David y presumiblemente de José Manuel, pero recuperando a su base titular. Esperemos que ni la festividad de San Gregorio ni el talento anotador de Alberto Llave hagan estragos en el rendimiento del bloque mazapanero. Estamos aquí y lucharemos hasta el final. Ya lo dijo el gran Muhammad Ali: «Impossible is nothing»; imposible no significa nada. Esperamos contar con el apoyo de la afición para, entre todos, conseguir un buen resultado en casa y seguir haciendo historia. ¡Os esperamos!

Agradecimientos: A Javi por las estadísticas, Sara por las fotos y a Jorge por el esfuerzo que supuso para él y su familia el estar en Alcázar.

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