Veni, vidi, vici. Tras dos semanas ausente, Javi Burgos decantó la balanza hacia el lado del CB Sonseca con un triple imposible en el último segundo. Hasta dos jugadores trataron de impedir el lanzamiento, pero a diferencia de sus 9 intentos anteriores, esta vez el balón estaba predestinado a entrar: 60-59. Sonseca era una fiesta. Atrás quedaban 40 minutos descollantes. Alternancia en el marcador, miedo a ganar, miedo a perder, destellos de calidad por parte de uno y otro equipo… y una grada entregada en cuerpo y alma que disfrutó con uno de esos partidos que no se olvidan fácilmente. No se le puede pedir más a una semifinal. La jornada estuvo marcada por el luto oficial en memoria de las víctimas del terremoto de Lorca.
(audio 1: declaraciones y entrevista) (audio 2: conexión telefónica con el presidente del Club)